“No sé quien soy”, me dijo ayer una amiga entre sollozos. Me comentó que sabía bien lo que otras personas querían que ella fuera. No supe bien que contestar al principio, yo no tengo la respuesta a su pregunta, sólo ella puede saberlo.
Luego pensé que su misma duda la tenemos muchos de nosotros a lo largo de nuestra vida, pero me di cuenta de algo también, y se lo dije…. ”quizá no sepas quien eres, pero si sabes cuando estás más cerca o más lejos de ti misma”.
Es decir, vamos experimentando, haciendo, viviendo, sintiendo, pensando, y lo que nos haga sentir bien de todo aquello, será lo que nos esté acercando a quién somos de verdad. Lo que nos haga sentir mal, nos aleja.
Pero hay una cosa más, y puede que incluso la propia forma de preguntarnos quiénes somos, no sea correcta, ya que podemos ir cambiando con el tiempo.
No somos los mismos que hace unos años, ni los mismos que cuando éramos críos, tenemos otras necesidades, otras formas de entender la vida e incluso otras opiniones sobre temas de lo más variopinto.
Muy posiblemente, la mejor forma de formular esa pregunta sería… “¿quién quiero ser?”, o “¿quién quiero llegar a ser?” y a partir de ahí ir dando los pasos necesarios para acercarnos más a la versión de nosotros mismos que queremos conseguir.
Empezando por lo más básico, como nuestra forma de presentarnos al mundo; y pasar después a preguntas más complejas, como saber si realmente estamos en la situación que queremos.
Probablemente esta última cuestión sea la más complicada ya que, por desgracia, siempre tenemos circunstancias que no podemos controlar. Entonces tendremos que empezar a pensar si hay algo que podamos cambiar, por pequeño que sea, y si no podemos, tendremos que cambiar la forma de verlo. Aunque esto es tan personal de cada uno, y no siempre fácil de conseguir (pero no imposible), que no se puede tratar en un post.
Es curioso que algo que en principio puede sonar muy básico, no siempre nos lo preguntemos. Tenemos tantos quehaceres, obligaciones, pensando en todo momento en qué es lo siguiente que tenemos que hacer, que pocas veces nos paramos a pensar si todo aquello es lo que realmente nos hace felices o si simplemente seguimos la estela y la inercia del día a día, sin pensar más.
Así que desde aquí invito a todos los que me leáis que sencillamente, en algún momento os paréis y penséis…. ”¿Es esto lo que quiero?”