¿Te has preguntado alguna vez por qué tienes muchas camisetas y normalmente te pones las mismas cuatro? Es el mismo motivo por el que podemos tener 10 pares de zapatos y sólo usar tres, o la cantidad de emoticonos que tenemos disponibles en el WhatsApp, de los cuales, si nos fijamos bien en todos nuestros mensajes, casi siempre utilizamos los mismos. No te preocupes, a casi todos nosotros nos ocurre igual.
Es la misma razón que explica una interesante tarea cerebral, la de crear patrones, esos que hacen que nuestra rutina, cada mañana, sea casi idéntica todos los días; que al llegar a casa casi siempre repitamos las mismas conductas, o que sigamos la misma ruta cuando vamos al supermercado.
Quizá recuerdes a Steve Jobs, fundador de la compañía tecnológica Apple. Si te acuerdas bien, Jobs siempre vestía igual, unos vaqueros, un jersey gris oscuro y deportivas, lo hacía por comodidad, por supuesto, y como él mismo dijo, cuantas menos decisiones tengas que tomar, más productivo serás.
Es, simplemente, una cuestión de ahorro de energía. Nosotros estamos programados para conservarla, no para desperdiciarla. Tomar decisiones nos supone un gasto de energía, que, si estuviésemos constantemente valorando distintas alternativas que en el fondo son superfluas, acabaríamos agotados y no podríamos centrar toda la energía en aquello que nos parezca más importante.
Ahora bien, uno de los problemas que nos causa esta práctica es: si siempre tendemos a hacer las cosas de la misma manera, nos resultará muy difícil cambiar. Y al final tenderemos a repetir siempre los mismos patrones, incluso aquellos que sabemos que no nos hacen bien.
El segundo problema se puede extraer del primero: si es difícil cambiar, nos perderemos otras muchísimas formas de actuar, que, manteniendo cómo somos y nuestra esencia, podríamos utilizar para conducirnos por la vida. Dentro de esas formas, habrá algunas que no resulten igual de efectivas, pero también habrá otras que, seguramente, nos ayudarían a alcanzar una mejor versión de nosotros mismos.
Así que, independientemente del gasto de energía que implica, puede ser bueno intentar introducir nuevas formas de hacer las cosas, que, seguro, nos harán probar, intentar, crecer, en ocasiones obtener mejores resultados, y superarnos.
Piénsalo la próxima vez que escojas qué camiseta ponerte.